jueves, 22 de agosto de 2019

NO TEMER A GOBERNAR: ¿FOBIOCRÁTICO?

FOBIACRACIA Y FOBIOCRÁTICO

NUEVA FOBIA LA LLAMAREMOS FOBIACRACIA Y AL QUE LA PADECE FOBIOCRÁTICO

Miedo a gobernar y temor a ser investido de autoridad.

¿No se puede gobernar con enfrentamientos entre poderes?. Sí se puede, pero el que tiene complejos
de inferioridad o de superioridad, se le hace imposible. Pese a que gobernar implica estos y muchos más problemas; para lo cual se debe manejar crisis y tomar decisiones en situaciones críticas.
MIEDO A GOBERNAR O FOBIACRACIA
El miedo a gobernar es temor a lo histórico, a no enfrentar responsabilidades políticas difíciles.
Gobernar no es para arrogantes, sino para humildes. No es para impacientes, sino lo contrario.
Se necesita estabilidad y fuerza para gobernar, no es para débiles de carácter.
Es conocer los límites del propio poder, y hacerlos compatibles con los límites de los opositores y otros poderes. Un gobierno es complejo e incierto por la responsabilidad colectiva, por los dirigentes políticos y seguidores.
Los ciudadanos presionan y reconocen errores económicos y políticos, por ello la movilización social y esto atañe a todos los demás cogobernantes.

¿Cómo se va a obtener la confianza de la ciudadanía, si la fobia se convierte hasta en paranoia, ante todos y entre sí?. Quien la padece es ya una crónica de muerte anunciada, ¿por ello piden recorte de su mandato y para no ser vacado?.

El terreno es espinoso; pero igual se pisa con cuidado. Todo terreno se abona, pero nunca se abandona.

Gobernar es tarea de títanes no de títeres.

Por ello los problemas no se pueden resolver con el pensar de quienes los crean, son necesarios nuevos enfoques y debates que den lugar a soluciones que, lógicamente, deben inscribirse en el corto, mediano y largo plazo.

Para todo hay soluciones viables; con los mecanismos necesarios para desatascar los bloqueos y buscar los catalizadores que faciliten los procesos, que proporcionen perspectiva adecuada a los problemas.

Para ello dejar intereses subalternos; la contienda electoral, el tacticismo tonto, los beneficios particulares y con la generosidad adecuada, se debe asumir responsabilidades, conciencia, conocer que las renuncias desestabilizan el país, y al final se tienen que lograr beneficios mayores.

Necesitamos que se gobierne sin temor a los rivales que dedican su tiempo a chuponearse y traicionarse.

H. J. Hidalgo J.



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